domingo, 19 de marzo de 2017

SEGURO QUE SABES QUIÉN SOY...





Hola, queridos amigos de mis historias que buscáis un rato para estar juntos a través de los que comparto con vosotros. ¿Sabéis una cosa? La escritura es como una droga...pero buena, ¡eh! No sé si os habéis puesto alguna vez frente a un papel intentando contar algo a alguién; algo que no tenéis demasiado definido; y al final habéis econtrado vuestro papel y con él en la mano y un boligrafo, en el que también habéis invertido algo de tiempo para elegir, en la otra, habéis vagado por la casa decidiendo cuál es el mejor sitio para meteros en vosotros mismos. Al final lo habéis encontrado y frente a ese lienzo blanco sin ayudas, sin nadie que os diga cómo empezar, habéis iniciado el camino por el que ir dejando caer vuestros sentimientos y necesidades de contar algo. No fue fácil, ¿verdad? No lo fue porque pensábais en la pureza de la lengua escrita ¿a que sí? ¿Y a que cuando “pasásteis” de las reglas de la buena o, al menos, correcta escritura os fue mejor? Suele pasar...Eso es lo que necesitaba hacer hoy: ponerme a escribir ya, sin mirar más, sin pensar menos, sin saber muy bien lo que contaros...ponerme a escribir... y aquí estoy. Y otra cosa: seguro que también, en el caso sobre el que os estoy cuestionando, al terminar de plasmar vuestras necesidades de comunicaros a través de las letras os sentisteis muy bien, con un vacío que provocó una sensación placentera, como el que acaba de poner a salvo un secreto antes de que se le olvide, como el que acaba de descargarse de algo de valor y lo ha dejado en lugar seguro y descansa de la responsabilidad de haberlo llevado encima. Yo siento, siempre que escribo, esa sensación de sosiego y bienestar interior, como si hubiese llevado a cabo una sesión de relajación: sí, la escritura tiene ese don de relajación, de armonía y de poner en su sitio el equilibrio emocional del que la practica. Llevaba tiempo sin hablar con vosotros sobre las cosas que disfruto compartiendo aquí. He estado ocupado organizando firmas de libros en Valencia y en Albacete, las dos ciudades entre las que me muevo últimamente por motivos de trabajo y en las que aprovecho para firmar mi primer álbum ilustrado que de sobra conocéis todos mis amigos de este espacio. He encontrado el momento de estar con vosotros. Tenía ganas de escribiros algo sin saber exactamente el qué. Tenía necesidad de saber hacia donde me conducidirían mis dedos sobre el teclado...y ¡oh, sorpresa!, me llevan a mis inicios en la escritura. Me han llevado a recordar lo que sentía cuando me puse a escribir mi primera historia que he traído en varias ocasiones a este blog, a nuestro blog, y que los nuevos amigos de mis ilusiones aquí no la conocen todavía.
“Seguro que sabes quién soy...” fue una manera de decir: quiero contar algo que tengo dentro —y de eso habla— y... papel, bolígrafo, lugar...y empecé...y sigo haciéndolo cuando tengo tiempo y me invade y atenaza una fuerza interior irrefrenable para eso: contar cosas.
“Seguro...” habla de algo que no os revelo porque precisamente es una adivinanza que presento al lector, a vosotros, y que hemos adornado mi compañera en este trabajo, Verónica (reservados los derechos de autor) http://laverovalencia.blogspot.com.es/
https://www.instagram.com/laveroilustraciones/, y yo. Puede parecer que es una historia de amor, y eso es lo que la hace muy sensual, pero la realidad es que no lo es. Es una historia corta en la que el arte de Vero la hace especialmente maravillosa. Fue mi primera historia y la escribí sin saber si sería capaz de redactar algo que alguien pudiese leer algún día; sin saber si con ella sería capaz de transmitir sentimientos y sensaciones; fue mi primer contacto con este arte difícil que es la escritura y en el que nunca tienes la certeza, por lo menos yo jamás la tengo, de hacer algo aceptablemente digerible por el que quiere leerte.
Amigos de esta noche, os dejo con mi primera historia que quizá por ser la primera tiene algo muy especial. La verdad es que la escribí y me entró por los cinco sentidos, sobre todo cuando mi compañera puso esa guinda llena de sensaciones que es su manera de ilustrar. Espero que la disfrutéis de nuevo los que ya la conocéis y os transporte, a los nuevos amigos, a lo que sentí cuando por primera vez me acerqué a este mundo de ilusiones que es la literatura, infantil en este caso. En las entradas de 10 de marzo, 25 de julio, 15 de septiembre y 17 de noviembre de 2012, 12 de enero y 10 de agosto de 2013 y  6 de febrero de 2014, podréis leer más cosas que os contaba refiriéndome a esta historia que tanto nos gusta. Buenas noches a todos y hoy, más que nunca, os deseo que no dejéis jamás de soñar e intentar ser felices.
José Ramón.



  “Seguro que sabes quién soy” es un relato basado en un juego de pistas encaminadas a la resolución de la adivinanza que se presenta de manera íntima en el protagonista, anónimo, de la historia.
  Es un relato corto, muy corto, pero con una alta carga de sensibilidad y, aun no queriendo inicialmente, de romanticismo.


Me gustaba contigo saber de ti…
Me gustaba sin ti, verte a través de otros ojos…






Jugaba contigo a lo que más te gustaba…           
Compartía contigo tu desagrado por lo que no te gustaba…







¿Sabes ya quién soy?













Quería querer a quien querías, y consolarte cuando a quien querías, no te correspondía…


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Me necesitabas y sin mí no eras nada…
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  ¡¡¡Sé que lo adivinaste!!!…

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero, que todos los nuevos amigos de este blog, disfruten de esta historia, casi seguro que así será...adivinanza o no, muy bonita. Un saludo.

José Ramón de Cea dijo...

Gracias, ORB. Me alegro que te haya gustado. Creo que a pesar de ser una historia muy corta, mediante un modelo de adivinanza, tiene la virtud de, en el discurrir de ella, hacernos pensar en...y no lo cuento porque descubro la adivinanza en sí...y eso no lo debo de hacer :-)
También quiero aprovechar para decirte, para deciros a todos, que la ilustradora con la que compartía este proyecto no puede terminarlo y espero en cuanto pueda poderos presentar las nuevas ilustraciones que darán vida a "Seguro que sabes quién soy...".
Un abrazo y encantado de tu fidelidad a nuestro blog, ORB.