Buenas noches amigos, en este caso, de mis
microrrelatos. Sí, hoy os traigo uno que ha sido seleccionado para formar la
antología “Universo de Libros”, en su primer concurso. Han sido más de mil los
enviados al concurso y aproximadamente la mitad los elegidos para formar parte
de ella. En este enlace podéis adquirirlo, si os apetece. Como os he contado
otras ocasiones, mi único premio es formar parte de la antología, pero os
quiero informar de dónde se puede comprar, que es a través de este enlace: http://diversidadliteraria.us8.list-manage1.com/track/click?u=3451b62f001f585c72225b496&id=566f5e69a8&e=03075d27b7
¿Y de qué va? Pues os hablo de ese libro que todos tenemos en
nuestra mente, aunque no nos demos cuenta de ello. Os llevo, a través de una
historia breve, muy breve, por lo que estoy seguro a todos nos gustaría:
escribir nuestra historia, o que alguien la escriba por nosotros. Esa historia cargada
de momentos alegres, quizás los de nuestra niñez: cómo nos divertíamos, con
quién jugábamos y pasábamos nuestros primeros momentos de conciencia segura de
lo que hacíamos, muchas veces no demasiado de acuerdo con lo que a nuestros
padres les gustaba; pero ahí estaba la salsa de esos tiempos. Por lo menos en
mi caso era así, y fui muy afortunado de que mis padres nunca se enteraron de
mis andanzas divertidas de un chaval con buen corazón, pero muy travieso y con
una gran imaginación…así era yo y ahora, cuando lo recuerdo,…mejor no escribir
sobre ello J.
En nuestras historias están también los recuerdos de nuestra
adolescencia, los amigos con vocación de permanencia en nuestras vidas; de
nuestros amores, pocos o muchos no importaba demasiado; bueno sí importaba, por
lo menos a mí que lo intentaba mucho y no tenía demasiado éxito. La vida,
nuestras vidas, están muy presentes en nuestras mentes y sí nos gustaría, creo,
tenerlas escritas para estar preparados para cuando el tiempo vaya haciendo que
se nos vayan difuminando los recuerdos. Esos recuerdos que, de alguna manera,
son los cimientos de lo que somos ahora, nos guste o no. Los mejores capítulos
de nuestra vida quizá sean la época en la que formamos pareja y criamos: menuda
época de locos y de dolores de cabeza…por lo menos para los hombres de mis
tiempos que no estábamos tan acostumbrados como los de ahora a hacer de todo:
cacas, lavadoras, noches sin dormir…dar el pecho no, gracias a Dios…Pero era
una época de ilusiones, con el mundo y todas las posibilidades frente a
nosotros, y con mucho por añadir a nuestro libro personal…y así, y así van en
nuestras mentes escribiéndose los capítulos de nuestros libros, de momento
mentales.
Bueno, queridos todos, seguidores de mis ilusiones, que, por
cierto, vais aumentando significativamente día a día, estoy seguro de que
leyendo esto que os he traído hoy a nuestro rincón os ha hecho volar en el
tiempo y, seguro, esbozar más de una sonrisa…pues eso, a seguir escribiendo vuestros
capítulos con el equilibrio que os va dando la vida y la experiencia,
independientemente de la edad que tengáis. Todas las edades nos sirven para
madurar; todos los capítulos de nuestro libro son brillantes porque son los
nuestros y nadie los puede igualar; la diferencia está en que unos los quieren
escribir y otros prefieren mantenerlos en la intimidad y la profundidad de su
yo, de sus recuerdos.
Buenas noches y espero disfrutéis estas cortas líneas sobre “Mi
Libro”. Soñad y sed felices.
Mi libro es el de toda una vida sin escribirlo.
Quizá me ponga a ello un rato de estos, un día cualquiera, aunque…para lo que
me queda, creo que mejor seguiré acumulando sus páginas en mi memoria.
4 comentarios:
Hola de nuevo, todas las historias son bonitas, mucho más cuando se escriben con esa ilusión, que nos demuestras en todas tus entradas. Saludos
Muchas gracias ORB, ya te echaba de menos por nuestro blog. Si en la escritura no se encuentra ilusión, se queda vacía. La escritura como la música es un vehículo de transmisión de sentimientos y ello es imposible sin ilusión. Me alegro que te guste lo que suelo escribiros. Muchas gracias y un cariñoso abrazo.
Me gusta tanto tu forma de escribir, me hace pensar y me lleva a recordar todos esos momentos.Ya me he convertido en una seguidora asidua de tu blog.Un beso.
Hola, Mercedes. Me alegro que te guste mi forma de contar cosas y de expresar sentimientos. Ese saber que gusta lo que un escritor, en este caso novel, escribe y quiere transmitir a través de las letras es la mejor recompensa que puede recibir. En mi caso es así. La mayoría de las veces escribo porque necesito hacerlo, porque es una actividad placentera en la que cuando has liberado lo que tienes dentro, lo que necesitas sacar y contar, unas veces para compartir algo que te parece que tiene cierto interés o belleza, y otra porque necesitas transmitir algo, sientes un bienestar balsámico y una sensación que es difícil de compartir con palabras; te quedas vacío, con un hueco en el alma, con la sensación de haber hecho algo muy beneficioso, al menos para ti. Cuando alguien, como tú lo has hecho, te dice lo que tu me comentas...es una gozada: todo cobra sentido más allá de lo personal e íntimo que para uno supone el transmitir sus pensamientos a través de su teclado o su pluma. El círculo parece que se cierra agrupando en su interior a escritor y lectores. Muchas gracias, Mercedes. Tu comentario me estimula a seguir escribiendo y tratar de hacerlo cada vez mejor...por lo menos es mi intención. Gracias y recibe un besazo!!
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